Dudas que la ciencia no ha podido resolver.

Dudas que la ciencia no ha podido resolver

 

Gracias a la ciencia, hemos obtenido respuesta a miles de preguntas.
Desde ¿Por qué no flotamos en el aire?
Hasta ¿Cómo se ve la Tierra desde el cielo?
Han formado parte de la lista de las incógnitas que han sido contestadas gracias a los avances de la ciencia.
Pero las cosas no han sido tan sencillas. Aún existen muchas preguntas que no han sido respondidas, muchas tienen varias respuestas, pero ninguna definitiva.

 

Vamos a realizar un recorrido por algunas de ellas.

 


Oscuro final.
Desde hace varios años, se sabe de la existencia de los agujeros negros, uno de los elementos más curiosos del universo. Pero no se sabe a ciencia cierta qué sucede dentro de él, solo que su fuerza de gravedad es tan poderosa que ni la luz se puede escapar de él. Dentro de las versiones encontramos, que los objetos son absorbidos como si fueran espaguetis o que se topan de lleno con un muro de fuego.

 

¿Son más qué nosotros?
A veces las cosas sencillas son las más complejas.
Un ser humano tiene, en promedio, 22.000 genes, y un tomate tiene 30.000 genes, una diferencia numérica considerable. Es posible que esto se deba a la necesidad de protegerse, mientras más delicado sea el organismo vivo, más debe cuidarse. Aunque esto no es más que una suposición científica.

 

Mente curativa.
Desde hace varios años se conoce el efecto placebo.
Ocurre cuando una persona se alivia de una dolencia al tomarse una pastilla que “cree” sirve para ello. En otras palabras, si te duele la cabeza y alguien te da una pastilla “x” y te dice que es un analgésico, tu dolor desaparecerá. Esto no tiene justificación para la ciencia.

 

Interconexión.
Entre padres e hijos o personas que han sido pareja puede establecerse una conexión mental que escapa a cualquier explicación científica. Algunos le llaman telepatía y otra intuición, lo cierto del caso es que esto puede ocurrir y nadie sabe por qué.

 

Siempre al norte o hacia el sur.
Otra de las cosas que no se ha podido explicar la ciencia, es la orientación de las vacas al comer. Suena raro, pero ellas sólo comen mirando hacia el norte o hacia el sur. Se cree que tienen una especie de brújula interna pero no se han encontrado indicios claros de este comportamiento.

 

Como una ola.
¿Cuántas veces has compartido un bostezo?
De seguro muchas. Es un movimiento involuntario que abre en su máxima capacidad las mandíbulas y que nos indica cansancio o sueño. Pues no se sabe por qué es contagioso, se cree que es una manera de crear empatía o reafirmar los lazos familiares, pero no hay nada concreto.

 

La ciencia nunca dejará de sorprendernos con sus curiosidades. ¿No te parece?

 

 
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